domingo, 6 de abril de 2014

Cuervo

Cuervo se sentía incómodo entre tanta gente y el alcohol solo acentuaba esa sensación. Pasó la mirada por los jóvenes y no tan jóvenes que formaban el grupo del botellón. Hacía tiempo que se había quedado sin tabaco y le costaba no perder los nervios. Un trecho a su derecha, se encontraban unos chicos algo alterados por la bebida que lo miraban con ganas de pelea (o al menos eso pensó él). Si la querían la iban a encontrar.
Un chico se acercó a Cuervo y sonrió con superioridad. "Quiero borrarle esa sonrisa de la cara" pensó. Su puño se estampó contra la cara del chico. Eso fue lo último que vio antes de que todo se volviera sombras y sangre. No era la primera vez que su subconciente actuaba por él ni sería la última.
Movido por un resorte, Cuervo golpeó al siguiente chico que había ido a defender a su amigo. Ahora todos parecían ser conscientes de lo que pasaba y se abalanzaban contra él. Pero Cuervo no era un principiante, todo lo contrario. Era maestro y sabía boxeo borracho lo que le permitió tumbar a diez antes de que sus amigos intentasen pararle. Pero Cuervo no era consciente de sus actos ni de las personas así que cuando llegaron a él les golpeó como si de enemigos se tratasen.
Hubo un momento donde atacó con una botella... o,tal vez, solo se defendió de ella. Se miró la mano donde un cristal sobresalía y simplemente se lo arrancó con los dientes y siguió peleando. Poco a poco se tranquilizó al ver que ya nadie buscaba pelea. Medio botellón acabaron en ambulancias rumbo a urgencias y él fue a un sitio donde no había nadie. Unas alas negras como el carbón aparecieron de su espalda y le impulsaron a un tejado. Aterrizó con las manos en los bolsillos, miró a la luna en lo alto escuchando las sirenas a su espalda y susurró:
-El mundo de los vivos ya no me reconforta.
Sus palabras y sus alas se las llevó el viento.

Notas malignas. Para Miguel (canción)

Otro día en mi vida,
veo la tuya pasar.
Me dedico hora tras hora
tu pupitre contemplar.
Veo rostros enmarcados,
en tristeza se han quedado
a tu lado todo era felicidad.
¿Dónde estás? Me pregunto dónde estás.
Veo en mí los restos de nuestra amistad.
¿Dónde estás? Me pregunto dónde estás.
Veo en mí los restos de nuestra amistad.
Otro día, monotonía.
No dejo de pensar en tí
y es que todo ha pasado
pero se queda en mí.
Ese día apareciste,
te veías tan igual
pero tu rostro cansado
me gritaba la verdad.
¿Dónde estás? Me pregunto dónde estás.
Veo en mí los restos de nuestra amistad.
¿Dónde estás? Me pregunto dónde estás.
Veo en mí los restos de nuestra amistad.
¿Qué mas da? Deja que hablen.
Veo en ti el mismo amigo de antes.
Y ya nunca te volveré a dejar marchar...
¿Dónde estás? Me pregunto dónde estás.
Veo en mí los restos de nuestra amistad.
¿Dónde estás? Me pregunto dónde estás.
Hoy más que nunca conservaré nuestra amistad.